Precio fijo o indexado: ¿cuál es mejor?

Elegir una tarifa adecuada es esencial para optimizar tus costos, ser más eficiente energéticamente, contribuir a la sostenibilidad ambiental y tener un mayor control sobre tus gastos.

Tanto si eres un hogar como una empresa, antes de tomar una decisión es recomendable que investigues y compares las diferentes opciones disponibles, para encontrar la tarifa que mejor se adapte a tus necesidades.

Entre los factores a tener en cuenta, elegir entre precio fijo o indexado es uno de los más importantes. En este artículo, vamos a explorar las características de cada uno, así como sus ventajas e inconvenientes, para ayudarte a descubrir cuál es el más adecuado para ti.

Precio fijo: estabilidad y previsibilidad

En una tarifa de precio fijo, el coste por unidad de electricidad consumida se mantiene constante a lo largo de un periodo específico. En otras palabras, independientemente de las fluctuaciones del mercado energético o de los precios de la electricidad, si optas por una tarifa con precio fijo pagarás siempre la misma cantidad por la energía que consumas durante el periodo que dure tu contrato.

Las tarifas eléctricas con precio fijo ofrecen, por tanto, previsibilidad y estabilidad en los costes, lo cual resulta muy útil para la planificación presupuestaria, ya que no tendrás que preocuparte por cambios imprevistos en los precios de la electricidad que puedan afectar a tu capacidad para pagar las facturas.

En este tipo de tarifas, la comercializadora asume el riesgo que conlleva la subida de los precios. Sin embargo, ese riesgo se compensa con cláusulas en el contrato que contemplan la variabilidad del precio ante cambios en el mercado, además de cambios anuales según el IPC.

Es importante tener en cuenta que, si el precio de la electricidad disminuye durante el periodo en el que se tiene contratada una tarifa con precio fijo, lo más probable es que pagues más de lo que lo harías con una tarifa de precio variable. Al contario, si el precio tiende a subir, lo más seguro es que resultes beneficiado.

Ventajas	Inconvenientes
Sabes el precio que pagarás, sin sorpresas	Aparte de la electricidad que consumes, tendrás que pagar la prima de riesgo a la comercializadora
No te afectan las fluctuaciones del mercado	Si los precios bajan, no resultarás beneficiado
Estabilidad durante el tiempo que dura el contrato	Suelen implicar una permanencia de, al menos, un año
La factura suele es más fácil de entender	Muchas comercializadoras incluyen servicios extra que encarecen la factura

Precio indexado: flexibilidad y potencial ahorro

El precio indexado varía según las condiciones del mercado mayorista, también conocido como ‘pool’. En estas tarifas, el usuario paga un precio distinto por cada hora del día, que se puede consultar en la página oficial de OMIE, más el coste de gestión añadido por la comercializadora.

Por este motivo, cuando las condiciones del mercado son favorables y los precios están bajos, puedes ahorrar considerablemente en comparación con las tarifas fijas. Al contrario, en momentos de alta demanda y precios altos, puede que tengas que asumir tarifas significativamente mayores.

Las tarifas variables conllevan una mayor incertidumbre de cara al futuro que las tarifas fijas, en las que no hay sorpresas a final de mes, puesto que exponen al cliente a la volatilidad de precios de los mercados mayoristas.

Sin embargo, también garantizan que el cliente pague siempre el coste justo por la luz, sin asumir, por ejemplo, las primas de riesgo que se dan en los precios fijos.

Ventajas	Inconvenientes
A largo plazo, resulta más económica	Está expuesta a las fluctuaciones del mercado eléctrico
No conlleva permanencia	Cada mes la factura cambiará su precio
Pagarás solo por la electricidad que consumas	Puedes llevarte sorpresas algunos meses

Un factor clave: la permanencia

Como hemos mencionado, una de las diferencias entre las tarifas de precio fijo e indexado es la permanencia.

En las tarifas fijas, la comercializadora suele establecer un periodo de permanencia, con una penalización en caso de que el cliente ponga fin al contrato antes de llegar a la fecha establecida.

Normalmente, el periodo de permanencia suele estar ligado al plazo durante el cual se acuerda que el precio fijo no variará, independientemente de las circunstancias del mercado. Por ejemplo, en un contrato a doce meses, se solicitará una permanencia de doce meses, mientras que en uno de veinticuatro la permanencia será de dos años.

El motivo por el cual las comercializadoras explican esta permanencia es porque tienen que comprar de antemano la energía que prevén suministrar para asegurar el precio fijo pactado con el cliente. En caso de que éste decida darse de baja, por tanto, la empresa puede resarcir el daño causado con la penalización.

En los contratos con precio indexado, al contrario, lo más normal es que no se exija permanencia, puesto que la compañía no tiene que garantizar al cliente un precio determinado, ya que éste, como hemos dicho, se mueve en función de lo que ocurre en el mercado de referencia.

En conclusión: ¿cuál elegir?

Aunque la decisión es difícil, ya que depende de las circunstancias concretas de cada persona o empresa y de factores como sus hábitos de consumo, capacidad de planificación, tolerancia al riesgo, etc., los expertos lo tienen claro: en el largo plazo, las tarifas variables siempre acaban suponiendo un ahorro para los consumidores.

Así lo explica Javier Pérez Salazar, uno de los socios fundadores de Helios Energía: “aunque el precio fijo suele dar una sensación de seguridad, a la larga el precio indexado va a conllevar un precio medio menor que cualquier precio fijo. Quizás unos meses puedas escoger una tarifa a precio fijo más barata que el precio del mercado, pero si tenemos en cuenta que la factura de la luz la vamos a tener que pagar todos los meses y todos los años, el precio indexado, de media, va a ser más competitivo”.

Esperamos que con toda esta información te hayamos ayudado a comprender la diferencia entre tarifas fijas e indexadas y a decidir cuál es la más conveniente para ti.

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